CREATIVIDAD y NEUROCIENCIA EDUCATIVA
Introducción
Vivimos
en una sociedad globalizada, donde productos y servicios son cada vez más parecidos
y a menudo se vuelve difícil diferenciarlos entre sí. La tecnología y el
conocimiento técnico son cada vez más fáciles y baratos de conseguir, estemos
en Singapur, China, Chipre, Jamaica o Argentina. Muchos de los conocimientos
tan deseados y buscados en el siglo pasado ya no representan un desafío.
Empresas, gobiernos y organizaciones requieren de la creatividad de su gente
para sobresalir del resto. Son las personas más empáticas y creativas las que
hacen la gran diferencia en la sociedad, en la economía, en la educación y en
el comercio.
La
lógica, tal como la entendemos, es necesaria pero no suficiente. Las
organizaciones buscan tener entre su gente a aquellos capaces de sentir empatía
con el otro «llámese cliente, empleado, colega, socio o alumno», para
comprender mejor sus necesidades, inquietudes, gustos, satisfacciones y
expectativas. Personas que puedan pensar de manera creativa e innovadora, para
ofrecer servicios y productos diferentes, que ofrezcan mejores experiencias. Sin embargo, este tipo de personas escasean
en la sociedad.
En nuestro
sistema educativo, desde sus inicios y hasta el tiempo presente, ha primado la
importancia en la enseñanza y el desarrollo del análisis lógico y el
razonamiento deductivo que dominó el
siglo XX y no de nuestra capacidad empática y creativa necesaria para conquistar el siglo XXI.
Desarrollar tu creatividad es asunto tuyo, seas quien seas y trabajes donde
trabajes. Las personas que demuestran curiosidad y coraje se vuelven
indispensables en cualquier organización. Son promovidos y recompensados aquellos
que puedan imaginar otras alternativas a los problemas grandes o pequeños que
enfrentamos en la sociedad; de hecho son los únicos que causan un verdadero impacto.
Genes y memes
Al nacer tenemos
dos instrucciones bastante contradictorias. Por un lado, un software del
cerebro con una tendencia a conservarnos; fundamentalmente, desde nuestros
instintos de autopreservación. Ahorrar energía. Pero, por el otro, una
instrucción con una tendencia más expansiva, orientada hacia la exploración, a
disfrutar lo nuevo, a tomar ciertos riesgos. Es la curiosidad que observamos en
todos los chicos. Esta última instrucción conduce a la creatividad. A pesar de
que necesitamos ambos “programas”, el primero no requiere mucho esfuerzo, apoyo
o motivación para lograrlo.
El segundo, el
de la creatividad, es difícil de ser cultivado por sí solo. De adultos, en el
trabajo o en la vida en general, se nos presentan pocas oportunidades para ser
curiosos. Existen demasiados obstáculos para tomar ciertos riesgos o para
explorar. Por ello, la motivación necesaria para comportarse de manera más
creativa se extingue con rapidez, y eso deriva en que la gran mayoría de
nosotros no nos consideremos o no nos sintamos creativos.
Mientras que los
genes pasan de generación en generación de modo automático, no sucede lo mismo
con los inventos y las ideas. Cada niño tiene que aprender de nuevo, desde el
comienzo, cómo usar el fuego, la rueda o la energía atómica. Estas unidades de
información que debemos aprender para que nuestra cultura continúe son conocidas
como “memes”, término acuñado por Richard Dawkins en su libro El gen egoísta.
Todo lo que comprende al lenguaje, los números, las teorías, las canciones, las
leyes, los valores de todos estos memes tienen que pasar a nuestros hijos para
que sean recordados. Por todo esto los memes podrían ser considerados los equivalentes
culturales a los genes.
Pero los memes
no suceden de manera automática, como ocurre en la evolución biológica con los
genes y sus mutaciones. Es decir, existe un precio a pagar para que esta
creatividad suceda.
Lo que significa
que para llegar a ser muy, o más, creativo en alguna disciplina, o en algún
ambiente en particular, uno tiene que tener una cantidad de atención disponible
para poder lograrlo. Si estamos todo el tiempo ocupados, es muy difícil que se
nos ocurran ideas diferentes que puedan cambiar o mejorar un producto, una
canción, una forma de vivir, etcétera. Necesitamos nuestra atención al servicio
del desafío creativo que nos atañe.
Definición
de creatividad
La creatividad
es la actividad mental a través de la cual en algún momento una revelación o
insight ocurre dentro del cerebro y trae como resultado una idea o acción nueva
que tiene valor. Es romper con nuestros patrones habituales de pensamiento.
Esto nos sucede a todos, más o menos seguido. Si nos referimos a las ideas que
van a cambiar paradigmas o memes dentro de una tradición, cultura o disciplina
de trabajo, la decisión de que sea nueva y tenga valor provendrá de la aprobación
de la gente que conozca el medio o la disciplina donde esa idea o acción se
esté tratando de implementar.
Por
lo tanto, la creatividad no sucede sólo en la cabeza de las personas sino también
en la interacción de los pensamientos con su contexto sociocultural. Resulta un
fenómeno sistémico más que un fenómeno individual.
Otra definición
seria alguien que expresa pensamientos poco comunes y que está interesado y
estimulado; personas que experimentan el mundo de manera novedosa, original;
personas que tienen una percepción fresca, que no juzgan tanto y que pueden
tener ciertas revelaciones que les permiten generar ideas o productos o
acciones que terminen siendo descubrimientos importantes.
ROBERT FROST.
¿Y la educación?
En
las escuelas empezamos a jugar cada vez menos. Nuestra educación está basada en
procesar información sobre lo que ya sucedió, sobre lo que pensaban muchas de
las personas que ya no existen y sobre qué es lo que existe hoy. Es decir, la
gran mayoría de nuestras respuestas se basa en información conocida.
“Respuesta” y “responso” tienen la misma raíz etimológica, responso es el rezo
que se hace a los difuntos. Forzando los términos, hay algo ya muerto en las
respuestas que damos. Lo que sucede al hacer esto es que estamos dejando de
pensar. Nos enseñan a no pensar. En otras palabras, cuando pensamos que
conocemos las respuestas, basados en nuestra educación, en ese momento nuestros
pensamientos mueren. Y éste es el motivo por el cual a muchos de nosotros nos
cuesta tanto usar nuestra imaginación y creatividad para desarrollar ideas
nuevas.
Pensar
de manera creativa requiere la habilidad de generar asociaciones y conexiones
entre dos o más temas muy diferentes. De esta manera se pueden crear nuevas
categorías y nuevos conceptos, pero no nos enseñan a procesar la información
así.
¿Qué debemos hacer?
1 Entrar
en calor mental para generar asociaciones
-conexiones entre dos o más temas totalmente diferentes utilizando diferentes
técnicas por ejemplo:
TÉCNICA
DE LAS SEIS PALABRAS.
¿Puedes
describir en una frase con sólo seis palabras?
11 Plantear
un problema o situación (imágenes, videos, escritos etc.)
22 Crear
una frase con el mensaje, solución o respuesta con sólo seis palabras.
Ejemplo:
“Hacer lo que es imposible hacer.” “Clientes felices de consumir mi producto.”
“No me llevo ninguna materia a marzo.” “Suerte que todavía no me casé”
Según
las neurociencias: reducir un problema complejo en una frase simple de seis
palabras estimula tu imaginación.
TÉCNICA:
UNO MÁS UNO IGUAL A UNO.
Cuando a una
gota de agua se le agrega otra, forman una sola gota de agua y no dos. Cuando a
un concepto se le agrega otro, se convierte en un concepto nuevo y no en dos
conceptos separados. Uno más uno es uno.
Para estimular
tu imaginación:
Escribe
diez nombres de las personas que más quieres en el mundo, luego fíjate con qué
letra empieza cada nombre. Por ejemplo, si es María la “M”, si es Alejandro la “A”,
etcétera. Por cada una de esas letras escribe rápido algún objeto que se te ocurra;
por ejemplo, “M” mono y “A” avión. Combine de a pares esos dos objetos para
crear algo nuevo. Por ejemplo, “mono” más “avión”, un avión en forma de banana.
¡ADELANTE!
TÉCNICA:
SOY EL DESAFÍO
Imagínese que
usted es el problema o parte de él, “de tu desafío creativo”. Mira la situación
desde esa perspectiva: ¿Cómo me sentiría si tal cosa? ¿Qué me diría eso, si
fuese yo? ¿Qué sentiría si yo fuese esa idea que estoy desarrollando? ¿Qué
recomendación me haría a mí mismo?
Bajo
la neurociencia estas tres técnicas; la mezcla de conceptos, la esencia o
principio de los desafíos y convertirse en parte del problema buscan la
introducción del azar para romper con los patrones de pensamiento
lógico.
TÉCNICA:
LA ESENCIA DEL DESAFÍO
Si
tu desafío creativo es querer llevar una vida más tranquila, más relajada, pregúntate:
¿Qué cosas son tranquilas? ¿Qué cosas son relajadas? ¿Quiénes van despacio? ¿Las
tortugas? Bueno, ¿cómo son las tortugas? Y de ahí empezar a asociar y sacar
ideas para tu desafío. Pensar en términos de principio y esencia, lo que hace
es liberar la imaginación de los impedimentos o las trabas que pueden poner a
veces las palabras, las categorías o etiquetas.
TÉCNICA:
EL PRINCIPIO DEL DESAFÍO
Si mi desafío
creativo es mejorar el lavado de autos hace una lista de todas las otras cosas
que se lavan (el pelo, la ropa, las calles, las uñas, los perros, etcétera). El
principio del problema es el “lavado”, “lavar”, “limpiar”.
Generar
conexiones, relaciones y asociaciones estimula el complexo neuronal y en
consecuencia la creatividad
TÉCNICA
DE LEONARDO DA VINCI
Leonardo decía
que hasta que algo no era percibido por lo menos desde tres o cuatro
perspectivas distintas, uno no podía comprenderlo realmente. Un conocimiento
completo y real sólo proviene de sintetizar todas esas perspectivas en una.
Por
ejemplo, cuando él diseñó la primera bicicleta, pensó su desafío desde el lado
del transporte (cuál sería el mejor diseño como inventor), desde el de los
inversores (quiénes podrían financiar los prototipos y la producción de estas
bicicletas), desde el del consumidor final (quién usaría esas bicicletas) y desde
el de las ciudades (donde esas bicicletas serían usadas). Luego sintetizó todas
esas perspectivas en el diseño final de la bicicleta.
Existen ya
estudios de psicólogos educacionales que demuestran cómo la multiplicidad de
perspectivas genera un desarrollo de la creatividad y también de la conciencia
de cómo son realmente las cosas. Derivado de la mezcla de conceptos, podemos
realizar la técnica de mezcla de problemas. Trabajar en un desafío y, de manera
superpuesta, en otro. A veces un problema contagia e infecta al otro, y esto te
permite asociar y relacionar ideas de uno con el otro.
En general,
estamos acostumbrados a resolver algo y después pasar a la siguiente cuestión.
Un buen consejo es ver qué sucede si nos dedicamos a dos problemas al mismo
tiempo.
Imaginemos
que estamos haciendo una torre con cartas. La torre empieza a subir y a crecer
de una manera absolutamente predecible hasta que de repente, sin ninguna
advertencia, llega a
un punto crítico de equilibrio y colapsa. Lo mismo sucede cuando introducimos
algún objeto, concepto o idea al azar, y
lo mezclamos con el desafío dentro de nuestra imaginación. Puede que en algún momento, de manera azarosa y sin
advertencia, estimule un pensamiento
que produzca que algunas neuronas se enciendan y conecten. Esto provocará que otras neuronas vecinas también lo hagan,
causando una cascada de actividad
cerebral que se propagará en pequeñas redes de neuronas de la misma forma en
que las cartas se caen unas sobre otras cuando colapsa la torre. Antes de caer
la torre tiene su organización propia y al colapsar adquiere otra organización.
En el cerebro,
nuestros pensamientos empiezan a construirse y llegan a un momento crítico
donde se reorganizan en nuevas ideas. Sin duda, la naturaleza es la fuerza
creativa más importante de todas.
Siempre aprendimos
que la naturaleza es extraordinariamente productiva, que crea una gran cantidad
de especies, y lo hace a través de ensayo y error. Luego llega el proceso de selección
natural, que decide cuál de ellas sobrevivirá. Se especula que el noventa y cinco
por ciento de las especies desaparece. Con el tiempo, la biblioteca de genes
que sobreviven a las condiciones ambientales se estabiliza. Estos genes sufren
mutaciones que van generando variaciones de las especies. La especie cuya
biblioteca de genes no tenga variaciones no podrá adaptarse a los cambios
circunstanciales del ambiente.
Un
proceso comparable sucede en nuestro cerebro. Tenemos la capacidad de crear
ideas, y esto lo hacemos basados, en especial, en nuestros patrones existentes
de pensamiento (biblioteca de genes). Estos patrones fueron formados de acuerdo
con nuestra experiencia. Pero si no logramos variar estos patrones (mutaciones),
eventualmente, las ideas van a resultar todas parecidas o iguales y van a
perder esta ventaja adaptativa (la especie desaparece).
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