miércoles, 9 de diciembre de 2015

NO MÁS PATRONES


CREATIVIDAD y NEUROCIENCIA EDUCATIVA
Introducción


Vivimos en una sociedad globalizada, donde productos y servicios son cada vez más parecidos y a menudo se vuelve difícil diferenciarlos entre sí. La tecnología y el conocimiento técnico son cada vez más fáciles y baratos de conseguir, estemos en Singapur, China, Chipre, Jamaica o Argentina. Muchos de los conocimientos tan deseados y buscados en el siglo pasado ya no representan un desafío. Empresas, gobiernos y organizaciones requieren de la creatividad de su gente para sobresalir del resto. Son las personas más empáticas y creativas las que hacen la gran diferencia en la sociedad, en la economía, en la educación y en el comercio. 


La lógica, tal como la entendemos, es necesaria pero no suficiente. Las organizaciones buscan tener entre su gente a aquellos capaces de sentir empatía con el otro «llámese cliente, empleado, colega, socio o alumno», para comprender mejor sus necesidades, inquietudes, gustos, satisfacciones y expectativas. Personas que puedan pensar de manera creativa e innovadora, para ofrecer servicios y productos diferentes, que ofrezcan mejores experiencias. Sin embargo, este tipo de personas escasean en la sociedad.

En nuestro sistema educativo, desde sus inicios y hasta el tiempo presente, ha primado la importancia en la enseñanza y el desarrollo del análisis lógico y el razonamiento deductivo  que dominó el siglo XX y no de nuestra capacidad empática y creativa  necesaria para conquistar el siglo XXI. Desarrollar tu creatividad es asunto tuyo, seas quien seas y trabajes donde trabajes. Las personas que demuestran curiosidad y coraje se vuelven indispensables en cualquier organización. Son promovidos y recompensados aquellos que puedan imaginar otras alternativas a los problemas grandes o pequeños que enfrentamos en la sociedad; de hecho son los únicos que causan un verdadero impacto.


Genes y memes
Al nacer tenemos dos instrucciones bastante contradictorias. Por un lado, un software del cerebro con una tendencia a conservarnos; fundamentalmente, desde nuestros instintos de autopreservación. Ahorrar energía. Pero, por el otro, una instrucción con una tendencia más expansiva, orientada hacia la exploración, a disfrutar lo nuevo, a tomar ciertos riesgos. Es la curiosidad que observamos en todos los chicos. Esta última instrucción conduce a la creatividad. A pesar de que necesitamos ambos “programas”, el primero no requiere mucho esfuerzo, apoyo o motivación para lograrlo.
















 
El segundo, el de la creatividad, es difícil de ser cultivado por sí solo. De adultos, en el trabajo o en la vida en general, se nos presentan pocas oportunidades para ser curiosos. Existen demasiados obstáculos para tomar ciertos riesgos o para explorar. Por ello, la motivación necesaria para comportarse de manera más creativa se extingue con rapidez, y eso deriva en que la gran mayoría de nosotros no nos consideremos o no nos sintamos creativos.

Mientras que los genes pasan de generación en generación de modo automático, no sucede lo mismo con los inventos y las ideas. Cada niño tiene que aprender de nuevo, desde el comienzo, cómo usar el fuego, la rueda o la energía atómica. Estas unidades de información que debemos aprender para que nuestra cultura continúe son conocidas como “memes”, término acuñado por Richard Dawkins en su libro El gen egoísta. Todo lo que comprende al lenguaje, los números, las teorías, las canciones, las leyes, los valores de todos estos memes tienen que pasar a nuestros hijos para que sean recordados. Por todo esto los memes podrían ser considerados los equivalentes culturales a los genes.

Pero los memes no suceden de manera automática, como ocurre en la evolución biológica con los genes y sus mutaciones. Es decir, existe un precio a pagar para que esta creatividad suceda.
Lo que significa que para llegar a ser muy, o más, creativo en alguna disciplina, o en algún ambiente en particular, uno tiene que tener una cantidad de atención disponible para poder lograrlo. Si estamos todo el tiempo ocupados, es muy difícil que se nos ocurran ideas diferentes que puedan cambiar o mejorar un producto, una canción, una forma de vivir, etcétera. Necesitamos nuestra atención al servicio del desafío creativo que nos atañe.


Definición de creatividad
La creatividad es la actividad mental a través de la cual en algún momento una revelación o insight ocurre dentro del cerebro y trae como resultado una idea o acción nueva que tiene valor. Es romper con nuestros patrones habituales de pensamiento. Esto nos sucede a todos, más o menos seguido. Si nos referimos a las ideas que van a cambiar paradigmas o memes dentro de una tradición, cultura o disciplina de trabajo, la decisión de que sea nueva y tenga valor provendrá de la aprobación de la gente que conozca el medio o la disciplina donde esa idea o acción se esté tratando de implementar. 
Por lo tanto, la creatividad no sucede sólo en la cabeza de las personas sino también en la interacción de los pensamientos con su contexto sociocultural. Resulta un fenómeno sistémico más que un fenómeno individual.


Otra definición seria alguien que expresa pensamientos poco comunes y que está interesado y estimulado; personas que experimentan el mundo de manera novedosa, original; personas que tienen una percepción fresca, que no juzgan tanto y que pueden tener ciertas revelaciones que les permiten generar ideas o productos o acciones que terminen siendo descubrimientos importantes. 
 

ROBERT FROST.
¿Y la educación?
 
En las escuelas empezamos a jugar cada vez menos. Nuestra educación está basada en procesar información sobre lo que ya sucedió, sobre lo que pensaban muchas de las personas que ya no existen y sobre qué es lo que existe hoy. Es decir, la gran mayoría de nuestras respuestas se basa en información conocida. “Respuesta” y “responso” tienen la misma raíz etimológica, responso es el rezo que se hace a los difuntos. Forzando los términos, hay algo ya muerto en las respuestas que damos. Lo que sucede al hacer esto es que estamos dejando de pensar. Nos enseñan a no pensar. En otras palabras, cuando pensamos que conocemos las respuestas, basados en nuestra educación, en ese momento nuestros pensamientos mueren. Y éste es el motivo por el cual a muchos de nosotros nos cuesta tanto usar nuestra imaginación y creatividad para desarrollar ideas nuevas.
 
Pensar de manera creativa requiere la habilidad de generar asociaciones y conexiones entre dos o más temas muy diferentes. De esta manera se pueden crear nuevas categorías y nuevos conceptos, pero no nos enseñan a procesar la información así.

 
¿Qué debemos hacer?
1    Entrar  en calor mental para generar asociaciones -conexiones entre dos o más temas totalmente diferentes utilizando diferentes técnicas por ejemplo: 

TÉCNICA DE LAS SEIS PALABRAS.
¿Puedes describir en una frase con sólo seis palabras?
11   Plantear un problema o situación (imágenes, videos, escritos etc.)
22   Crear una frase con el mensaje, solución o respuesta con sólo seis palabras.
Ejemplo: “Hacer lo que es imposible hacer.” “Clientes felices de consumir mi producto.” “No me llevo ninguna materia a marzo.” “Suerte que todavía no me casé”

Según las neurociencias: reducir un problema complejo en una frase simple de seis palabras estimula tu imaginación.
TÉCNICA: UNO MÁS UNO IGUAL A UNO.

Cuando a una gota de agua se le agrega otra, forman una sola gota de agua y no dos. Cuando a un concepto se le agrega otro, se convierte en un concepto nuevo y no en dos conceptos separados. Uno más uno es uno.

Para estimular tu imaginación:

Escribe diez nombres de las personas que más quieres en el mundo, luego fíjate con qué letra empieza cada nombre. Por ejemplo, si es María la “M”, si es Alejandro la “A”, etcétera. Por cada una de esas letras escribe rápido algún objeto que se te ocurra; por ejemplo, “M” mono y “A” avión. Combine de a pares esos dos objetos para crear algo nuevo. Por ejemplo, “mono” más “avión”, un avión en forma de banana.

¡ADELANTE!

 
TÉCNICA: SOY EL DESAFÍO
Imagínese que usted es el problema o parte de él, “de tu desafío creativo”. Mira la situación desde esa perspectiva: ¿Cómo me sentiría si tal cosa? ¿Qué me diría eso, si fuese yo? ¿Qué sentiría si yo fuese esa idea que estoy desarrollando? ¿Qué recomendación me haría a mí mismo?
Bajo la neurociencia estas tres técnicas; la mezcla de conceptos, la esencia o principio de los desafíos y convertirse en parte del problema buscan la introducción del azar para romper con los patrones de pensamiento lógico.


TÉCNICA: LA ESENCIA DEL DESAFÍO
Si tu desafío creativo es querer llevar una vida más tranquila, más relajada, pregúntate: ¿Qué cosas son tranquilas? ¿Qué cosas son relajadas? ¿Quiénes van despacio? ¿Las tortugas? Bueno, ¿cómo son las tortugas? Y de ahí empezar a asociar y sacar ideas para tu desafío. Pensar en términos de principio y esencia, lo que hace es liberar la imaginación de los impedimentos o las trabas que pueden poner a veces las palabras, las categorías o etiquetas.

TÉCNICA: EL PRINCIPIO DEL DESAFÍO
Si mi desafío creativo es mejorar el lavado de autos hace una lista de todas las otras cosas que se lavan (el pelo, la ropa, las calles, las uñas, los perros, etcétera). El principio del problema es el “lavado”, “lavar”, “limpiar”.
Generar conexiones, relaciones y asociaciones estimula el complexo neuronal y en consecuencia la creatividad

TÉCNICA DE LEONARDO DA VINCI
Leonardo decía que hasta que algo no era percibido por lo menos desde tres o cuatro perspectivas distintas, uno no podía comprenderlo realmente. Un conocimiento completo y real sólo proviene de sintetizar todas esas perspectivas en una.
Por ejemplo, cuando él diseñó la primera bicicleta, pensó su desafío desde el lado del transporte (cuál sería el mejor diseño como inventor), desde el de los inversores (quiénes podrían financiar los prototipos y la producción de estas bicicletas), desde el del consumidor final (quién usaría esas bicicletas) y desde el de las ciudades (donde esas bicicletas serían usadas). Luego sintetizó todas esas perspectivas en el diseño final de la bicicleta.
Existen ya estudios de psicólogos educacionales que demuestran cómo la multiplicidad de perspectivas genera un desarrollo de la creatividad y también de la conciencia de cómo son realmente las cosas. Derivado de la mezcla de conceptos, podemos realizar la técnica de mezcla de problemas. Trabajar en un desafío y, de manera superpuesta, en otro. A veces un problema contagia e infecta al otro, y esto te permite asociar y relacionar ideas de uno con el otro.
En general, estamos acostumbrados a resolver algo y después pasar a la siguiente cuestión. Un buen consejo es ver qué sucede si nos dedicamos a dos problemas al mismo tiempo.
Imaginemos que estamos haciendo una torre con cartas. La torre empieza a subir y a crecer de una manera absolutamente predecible hasta que de repente, sin ninguna advertencia, llega a un punto crítico de equilibrio y colapsa. Lo mismo sucede cuando introducimos algún objeto, concepto o idea al azar, y lo mezclamos con el desafío dentro de nuestra imaginación. Puede que en algún momento, de manera azarosa y sin advertencia, estimule un pensamiento que produzca que algunas neuronas se enciendan y conecten. Esto provocará que otras neuronas vecinas también lo hagan, causando una cascada de actividad cerebral que se propagará en pequeñas redes de neuronas de la misma forma en que las cartas se caen unas sobre otras cuando colapsa la torre. Antes de caer la torre tiene su organización propia y al colapsar adquiere otra organización.
En el cerebro, nuestros pensamientos empiezan a construirse y llegan a un momento crítico donde se reorganizan en nuevas ideas. Sin duda, la naturaleza es la fuerza creativa más importante de todas.
Siempre aprendimos que la naturaleza es extraordinariamente productiva, que crea una gran cantidad de especies, y lo hace a través de ensayo y error. Luego llega el proceso de selección natural, que decide cuál de ellas sobrevivirá. Se especula que el noventa y cinco por ciento de las especies desaparece. Con el tiempo, la biblioteca de genes que sobreviven a las condiciones ambientales se estabiliza. Estos genes sufren mutaciones que van generando variaciones de las especies. La especie cuya biblioteca de genes no tenga variaciones no podrá adaptarse a los cambios circunstanciales del ambiente.
Un proceso comparable sucede en nuestro cerebro. Tenemos la capacidad de crear ideas, y esto lo hacemos basados, en especial, en nuestros patrones existentes de pensamiento (biblioteca de genes). Estos patrones fueron formados de acuerdo con nuestra experiencia. Pero si no logramos variar estos patrones (mutaciones), eventualmente, las ideas van a resultar todas parecidas o iguales y van a perder esta ventaja adaptativa (la especie desaparece).


 




 

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